El Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de La Plata ordenó la detención de un empresario de medios de La Plata, acusado de lesiones graves doblemente agravadas por mediar vínculo y contexto de violencia de género, además de dos hechos de desobediencia judicial.
La medida fue dispuesta por el juez Ramiro Fernández Lorenzo, a pedido del fiscal Juan Pablo Caniggia, luego de constatar que el imputado violó reiteradamente las restricciones impuestas por la Justicia, hostigó a la víctima y a su abogada, y sumó una nueva denuncia el 9 de octubre en la ciudad de Tres Arroyos.
Un patrón de violencia y abuso de poder
Según la resolución judicial, A.R, propietario de una radio, un portal de noticias y un canal de streaming, sometió durante años a su expareja, F.M, a agresiones verbales, físicas y psicológicas.
Las pericias oficiales confirmaron un daño psicológico persistente, mientras que los testimonios y peritajes incluidos en la causa principal describen un patrón de violencia de género, hostigamiento laboral y abuso de poder dentro de su empresa de medios.
A pesar de tener una restricción perimetral dictada por el Juzgado de Familia N° 6 de La Plata, el empresario violó en varias oportunidades la orden judicial. Según la investigación, protagonizó nuevos episodios de acoso tanto en redes sociales como en espacios públicos.
El último hecho, ocurrido en Tres Arroyos, motivó la intervención urgente de la Dirección de Género municipal y la activación de un botón antipánico para la víctima.
El tribunal dispuso que la medida se convierta automáticamente en prisión preventiva, al evaluar el riesgo de fuga, el entorpecimiento probatorio y el contexto de violencia de género que rodea al caso.
La abogada de la víctima, Valeria Alcain, también denunció hostigamientos y amenazas por parte del imputado.
“Y un día, hubo justicia para mí”
Luego de años de sufrir violencia machista, F.M se desahogó ante la detención de su ex. “Y un día, hubo justicia para mí”, expresó en el inicio de un extenso posteo en Instagram.
“Con los ojos hinchados de tanto llorar, el desgaste notable de mi cuerpo, el dolor que escondo pero que no se ve, el tiempo que perdí intentando aprender a ponerle palabras a lo que hoy ya tiene nombre: VIOLENCIA DE GÉNERO”, siguió.
Y profundizó: “No sé la cantidad de veces que tuve que denunciar, la cantidad de pericias que me hicieron, la cantidad de veces que tuve que relatarle a decenas de personas diferentes todas y cada una de las cosas que pasaron. No sé la cantidad de veces que fui a las Comisarías en La Plata, a las Fiscalías, a los Juzgados de Familia. No sé la cantidad de años que llevo haciendo terapia, con una psicóloga y una psiquiatra que me sostuvieron desde el día uno, cuando todavía yo no había podido ponerle palabras a esto que hoy nos destroza la vida. Pero HOY estoy ACÁ”.
“Sola no se puede salir. Tenemos que salvarnos entre todas. Y si esta lucha valió la pena por mí, quiero y necesito que lo valga por todas las que están esperando que ALGUIEN haga algo con quienes se creen que nos pueden matar en vida (literalmente hablando). Hay que denunciar. Hay que hablar. Hay que animarse. Hay que buscar ayuda. Hay que pedir ayuda”, concluyó.
Su abogada, Valeria Alcain, destacó la medida judicial: “Es un paso fundamental para garantizar la seguridad de F. y el cumplimiento de los compromisos internacionales del Estado argentino en materia de prevención y sanción de la violencia contra las mujeres”.