El compositor se presentó en la noche de este miércoles en la Casa de las Culturas. Su visión de un género que no pierde vigencia. “Tengo muchos amigos en la ciudad”, señaló.
El músico Guillermo Fernández cerró en la noche de este miércoles 25 de mayo el Festival “Seamos Libres” en la Casa de las Culturas de Resistencia, acompañado por Coqui Ortiz. Se trata de un compositor y cantante de tango de 64 años nacido en el barrio porteño de San Telmo.
En diálogo con Radio Provincia dio detalles sobre su impronta y el trabajo que realiza tanto en tango como incursionando en otros géneros. “Cuando puedo festejar una fecha patria en una provincia argentina, como el Chaco, en donde siempre me reciben tan bien, es un gran placer.
“Es una alegría muy grande poder estar nuevamente con el público. Hemos hecho tres streaming, pero no era lo mismo, no sabés lo que pasa del otro lado. Esto es distinto. Retomo la actividad en la ciudad de Resistencia”, aseguró.
Asimismo, señaló que “el tango es un género atemporal, un género sin edad ni tiempo, que tiene que ver con las grandes canciones. El tango es una mixtura como lo es folclore o chamamé, es una mixtura de grandes músicas con grandes poetas, es algo que no puede morir. Tendrá altibajos, con más o menos reconocimientos, pero nunca morirá”.
“Yo estuve tocando en los Emiratos Árabes, en un mes me voy a Europa a hacer más de 15 conciertos. Es un género que está vivito y coleando”, agregó.
Por su parte, no pudo elegir un tango que le guste más que otro: “Es muy difícil elegir un solo tango. A veces me gusta más uno, otras me gusta otra. Tenemos 50 temas en el repertorio y vamos reciclando, recordamos cuando hicimos un tango hace 15 años y lo hacemos de vuelta”.
“Tenemos muchos amigos en Resistencia, como Coqui Ortiz”, dijo Guillermo y brindó su cuenta de Instagram @guillermofernandeztango para que la comunidad pueda seguir su música.
Finalmente, recordó que su familia y entorno siempre estuvo envuelta en el ambiente de la música: “Tengo fotos con mi padre tocando la guitarra desde niño, a los 11 años yo ya hacía mis arreglos musicales. Tuve muy buenos maestros”.
