Vecinos se acercaron a la redacción de este portal manifestando su indignación
Vecinos del Barrio Villa El Dorado, reclamaron la imposibilidad de sobrellevar las noches del viernes y sábado debido a fiestas en un domicilio de la zona que generó enormes dificultades. No solo se planteó la realidad de la fuerte música, la cantidad de personas convocadas que, según manifestaron, pagaron 250 pesos para ingresar, sino también el descontento por la falta de respuesta de las autoridades que enviaron un patrullero a desconcentrar el lugar, pero tras retirarse la autoridad policial el rebaño de bailarines y fiesteros regresó para continuar la “pachanga”.
PICADAS MORTALES
Así lo manifestaron los habitantes de la zona de la calle Roque Sáenz Peña en las intersecciones de los Fortínes entre Edison y Soberanía Nacional, explicando que se salía de esta fiesta en contramano o mano, pero con motos y vehículos de alta gama a altas velocidades que podrían haber generado una fatalidad.
A pesar de numerosos reclamos y de varias semanas de soportar esto, nadie se hizo eco de esta realidad, y aunque tomaron conocimiento de que a esta misma casa la sancionaron con una multa y el retiro del medidor, tras pagar la multa le reintegraron los beneficios de cualquier vecino por lo que dieron continuidad a la fiesta de fin de semana.
NADIE OBEDECE Y NADIE HACE OBEDECER.
Al consultar a los vecinos en referencia a las denuncias que ellos pudieron realizar manifestaron que lo han hecho pero que las denuncias son al 911, y cuando el servicio responde solo envían a una persona que no puede con toda la organización del evento que se transforma en un acto de rebeldía que terminan ganando quienes menos escrúpulos tienen ya que la ilegalidad lleva a perder el respeto por la autoridad y en ese sentido los vecinos van en pérdida.
“La clandestinidad está a la orden del día y los que vivimos de nuestro trabajo día a día ni siquiera tenemos la posibilidad de dormir para continuar descansados nuestras labores, comento uno de los vecinos que soportaba esto desde su domicilio sobre la calle Roque Sáenz Peña.
Con respecto a las condiciones en las que salían del lugar otro de los vecinos planteo que “me mearon el auto, rompían botellas y nos insultaban cuando les pedíamos que terminaran con la fiesta, salían totalmente borrachos conduciendo motos y autos de alta gama, denuncio una persona que debió salir a lavar su vehículo por la mañana para limpiar el desastre que le dejaron.
Los desastres se generaron entre las 4 y las 8 de la mañana según declaran quienes fueron víctimas de esta realdad y “solo el día domingo se logró que llegara alguien a poner un poco de control sin sentido porque cuando se retiró, la joda siguió” aclaraba una vecina cercana a la casa en la que se generaron las acciones irregulares.
