Una de las nueve imputadas por el triple crimen de Florencio Varela pidió ser tenida en cuenta como arrepentida colaboradora en caso de que el expediente pase al fuero que trata los delitos complejos, como el narcotráfico. Fue después que el fiscal de homicidios, Adrián Arribas, solicitara la incompetencia a favor de la Justicia Federal.
Se trata de Celeste Magalí González Guerrero, quien dio las primeras pistas para llegar a los sospechosos de los femicidios de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez, cuando la Policía bonaerense la detuvo, junto a su pareja Miguel Villanueva, en un hotel alojamiento.
Primero se negó a declarar, pero luego solicitó ampliar su indagatoria y dio detalles de lo que había sucedido entre la noche del 19 y la madrugada del 20 de septiembre, en la casa alquilada donde vivía con Villanueva y su hijo menor de edad. Además la tercera vez que fue indagada dio más información sobre la venta de droga al menudeo de la que formaba parte.
Guerrero pidió una nueva ampliación a través de su abogado Daniel Giaquinta, para expresar su voluntad de ser tenida en cuenta como colaboradora arrepentida “para dejar en principio a salvo su vida e integridad, y asegurar también los objetivos del proceso”.
“Desde el minuto uno de la investigación colaboró en todo, validando luego y ampliando judicialmente, siendo reitero inocente del triple crimen y reconociendo su participación en la venta al menudeo, llevada por la violencia de género y el uso de estupefacientes para consumo personal”, indicó Giaquinta y pidió que sea protegida por el valor de la información que brindó.
Guerrero está imputada por “privación ilegal de la libertad activa agravada por la pluralidad de intervinientes y por ser una de las víctimas menor de edad en concurso real, con homicidio agravado, por ser premeditado de dos o más personas, por ser cometido con alevosía y ensañamiento y criminis causa”.
La pena con esta calificación es la prisión perpetua y su defensa podría lograr una reducción o cambio de calificación legal en fusión de la información que ella puede aportar. Tras la declaración, Giaquinta solicitó que sea trasladada bajo máxima seguridad a un penal federal.
Desde la defensa señalaron que las declaraciones de Guerrero permitieron corroborar la prueba recolectada por cámaras, testimonios y celulares. Por otro lado, ubicó a las víctimas y a los autores dentro de la escena del crimen. También dio algunas cifras que se habría pagado a los involucrados.
